Bohuslav Martinů
Compositor
Bohuslav Martinů, que nació en 1890 en Polička, en la frontera bohemia-morava, se encuentra entre los compositores más prolíficos del siglo XX. Creó una obra integrada por casi cuatrocientas composiciones, incluidas 16 óperas, 15 ballets, seis sinfonías, un gran número de conciertos con solista y música de cámara. Su camino hacia el éxito no fue, sin embargo, una línea recta...
Bohuslav Martinů fue expulsado en dos ocasiones como estudiante del Conservatorio de Praga: la primera vez, porque había tocado en un concierto público contraviniendo las estrictas regulaciones; la segunda vez, por su «incorregible negligencia». La expulsión final produjo en él el efecto de una liberación, de resultas de lo cual nacieron numerosas canciones y piezas para piano, así como algunas obras orquestales de grandes dimensiones. A fin de ganarse la vida, perfeccionó su técnica violinística y obtuvo el diploma en su segundo intento. A partir de 1913 tocó en la Filarmónica Checa. Tras el estreno de su Rapsodia Checa, el joven de 28 años fue ensalzado como una de las mayores esperanzas musicales de su país. Después de la guerra, Martinů –como compositor sin estudios de composición– participó en la clase magistral de Josef Suk. Posteriormente prosiguió su formación con Albert Roussel en París. Siguió viviendo en la capital francesa durante casi dos décadas disfrutando de un éxito cada vez mayor. Como Martinů fue perseguido por los nacionalsocialistas tras el estallido de la guerra debido a su estrecha relación con el gobierno checoslovaco en el exilio, en 1941 huyó a Estados Unidos tras pasar por España y Portugal. Aquí trabajó como profesor de composición en Massachusetts, en la Universidad de Princeton y en la Mannes School of Music de Nueva York. Posteriormente volvió a Europa y vivió en diversos países, aunque nunca se le concedió la posibilidad de regresar a su país: el compositor murió el 28 de agosto de 1959 en su exilio suizo como consecuencia de un cáncer.
