Mijaíl Glinka

Compositor

Mijaíl Glinka está considerado como el fundador de la música rusa. Como un aristócrata aficionado a la composición, consiguió desarrollar su talento musical de forma autodidacta hasta tal punto que, tras solo cinco meses de estar estudiando con Siegfried Dehn en Berlín, estuvo ya en condiciones de componer una ópera que dejó completamente eclipsado todo lo que se había compuesto hasta entonces en Rusia: Una vida por el zar. Entre sus obras más amadas se encuentra la obertura de la ópera inspirada en Pushkin Ruslán y Ludmila, una pieza arrebatadora a un tempo trepidante que exige a la orquesta el máximo virtuosismo.

Mijaíl Glinka, nacido en 1804, creció en la finca de su padre, en el extremo occidental de Rusia. Cuando escuchó una obra de música de cámara del compositor sueco Bernhard Henrik Crusell en la propiedad colindante, donde su tío contaba con una orquesta integrada por siervos, decidió hacerse músico. Glinka recibió clases de violín de un músico de la orquesta y clases de piano de una institutriz antes de estudiar, entre 1818 y 1822, en el Instituto de la Nobleza de San Petersburgo, una de las mejores instituciones educativas de aquella época en Rusia. En paralelo, asistió a clases particulares (de piano, violín y teoría de la música) y comenzó a componer, entre otras cosas, un septeto que quedaría inconcluso y que se tiene por uno de los primeros intentos que se conocen en la música rusa de alumbrar un ciclo de sonatas de inspiración sinfónica destinadas a una formación camerística más amplia. En 1824, Glinka empezó a trabajar en un puesto de funcionario en San Petersburgo, lo cual le proporcionaba unos ingresos regulares sin tener que trabajar en exceso. Cuatro años más tarde, cuando aparecieron publicadas sus primeras obras, renunció al cargo para dedicarse por completo a la composición. En sus prolongados viajes conoció no sólo a Bellini y Donizetti, sino también a Felix Mendelssohn Bartholdy y Hector Berlioz, con quien le uniría una amistad que perduró toda su vida. En 1833, Glinka estudió con Siegfried Dehn en Berlín. Tres años más tarde completó su primera ópera, Una vida por el zar, cuyo estreno en 1836 lo convirtió de la noche a la mañana en el compositor más destacado de Rusia. Después de Ruslán y Ludmila, la creatividad de Glinka decayó de manera evidente. Murió en 1857 en Berlín, adonde había regresado para volver a estudiar con Dehn.

Conciertos