Georg Friedrich Händel
Compositor
A diferencia de Johann Sebastian Bach, que nació también en Sajonia en 1685, Georg Friedrich Händel no procedía de una familia de músicos. Su talento, sin embargo, se descubrió muy pronto. Tras dos etapas profesionales en su ciudad natal, Halle, y en Hamburgo, donde ya compuso sus primeras óperas, una estancia de cuatro años en Italia y un breve empleo en Hannover, Londres se convirtió en 1711 en el epicentro de su vida. Con la grafía de su nombre actualizada como George Frideric Handel, pasó a ser también oficialmente compositor británico en 1727 después de obtener la nacionalidad de su país adoptivo.
En Londres, Händel disfrutó de éxitos sensacionales con sus óperas y grandes oratorios en el curso de casi cincuenta años. Entre sus obras más conocidas se encuentran Rinaldo, Giulio Cesare, Orlando y Alcina, todas ellas ajustándose al modelo de la ópera seria italiana. En el panorama musical de la ciudad, ya fuertemente comercializado, Händel estuvo también en activo como empresario, ganándose al público gracias a la contratación de famosas prima donne y castrati y a la utilización de espectaculares efectos escénicos para sus producciones. Después de que los gustos cambiaran y el mercado operístico acabara saturándose por la competencia de otras compañías, el compositor se dedicó cada vez con más intensidad al oratorio en lengua inglesa. Aun en los últimos años de su vida, y después de quedarse ciego, Händel siguió en activo como compositor y participando en conciertos. Mientras que algunos de sus oratorios, especialmente el Mesías, han seguido gozando ininterrumpidamente de popularidad hasta el día de hoy, sus óperas no se redescubrieron hasta el siglo XX. Actualmente, gracias a la implicación de cantantes como Renée Fleming, Joyce DiDonato o Philippe Jaroussky, constituyen una parte central del repertorio. En las primeras décadas tras su fundación, los Berliner Philharmoniker interpretaron a menudo los oratorios de Händel junto con la Sing-Akademie zu Berlin, que contaba con una riquísima tradición en este sentido. El hecho de que la música del compositor aparezca regularmente hoy en día en los programas de la orquesta se debe, entre otras cosas, a Emmanuelle Haïm, la experta francesa en la práctica interpretativa histórica. Desde su debut como directora en 2008, ha interpretado en varias ocasiones obras de Händel con los Philharmoniker.