Mstislav Rostropóvich

Violonchelo

Mstislav Rostropóvich ha influido de manera perdurable en la historia de la música del siglo XX: como violonchelista, director de orquesta, músico de cámara y pedagogo. Sus conciertos con Sviatoslav Ríjter, David Óistraj, Benjamin Britten y Galina Vishnévskaya siguen disfrutando de un estatus legendario hasta el día de hoy. También causó sensación su visita en 1968 a Berlín Occidental, donde interpretó el Concierto de Dvořák con los Berliner Philharmoniker y Herbert von Karajan. Desde entonces, el violonchelista actuó regularmente como invitado de la orquesta y, a partir de 1977, también como director.

Mstislav Rostropóvich, hijo de un violonchelista y una pianista, nació en Bakú en 1927. A los cuatro años, su madre le dio sus primeras clases de piano. A los ocho años ingresó en la Escuela Central de Música de Moscú —donde por deseo de su padre, se centró en el violonchelo— y dos años más tarde se trasladó al Conservatorio de la misma ciudad, donde Dmitri Shostakóvich fue uno de sus profesores. Ya mientras estaba realizando sus estudios, Rostropóvich ganó importantes premios: «Los profesores estaban tan contentos que me pasaron directamente del segundo al quinto y último curso, de modo que tuve que estudiar únicamente tres años en lugar de cinco». Inmediatamente después de terminar sus estudios, Rostropóvich inició una carrera meteórica y se convirtió en el violonchelista más destacado de su generación. Compositores como Britten, Dutilleux y Lutosławski le dedicaron importantes obras. Al mismo tiempo, el músico estudió dirección de orquesta con Leo Ginsburg y Kirill Kondrashin. A su carrera como solista le siguió una carrera como director de orquesta no menos sensacional, y ello a pesar de las disputas políticas que tuvo que librar con los dirigentes comunistas debido a su defensa pública del escritor Aleksandr Solzhenitsyn, una importante figura opositora del régimen. En 1974, Rostropóvich abandonó la Unión Soviética, tras lo cual le privaron de la nacionalidad soviética. Tres años más tarde, sucedió a Antal Dorati como Director Titular de la Orquesta Sinfónica Nacional de Washington, además de asumir la dirección artística del Festival de Aldeburgh, que había fundado su amigo Benjamin Britten. Rostropóvich no regresó a su país natal hasta 1990, en el marco de una gira de la Orquesta Sinfónica Nacional, tras lo cual pudo recuperar el pasaporte soviético. Como director, estrenó un gran número de obras, entre ellas el Réquiem polaco de Penderecki y la Novelette de Lutosławski. Mstislav Rostropóvich murió en Moscú en 2007.

Conciertos