Carl Maria von Weber

Compositor

Carl Maria von Weber acuñó un lenguaje musical que se encuentra indisociablemente ligado al Romanticismo alemán. Ningún compositor, escribió Hector Berlioz en su famoso tratado de instrumentación, «ha utilizado la trompa de una forma más original, poética y, al mismo tiempo, más perfecta que Weber. En sus tres obras maestras Oberon, Euryanthe y El cazador furtivo, confiere a la trompa un lenguaje tan maravilloso como nuevo, que antes de él sólo habían comprendido Méhul y Beethoven».

Carl Maria von Weber nació en 1786 en Eutin (Holstein Oriental), fue alumno de piano de Johann Peter Heuschkel en Hildburghausen (Turingia) y de Michael Haydn en Salzburgo antes de trasladarse a Múnich para estudiar, entre otros, con el organista de la corte Johann Kalcher. Weber prosiguió su formación de nuevo con Michael Haydn, así como con el Abbé Vogler en Viena, que en 1804 le consiguió un puesto como maestro de capilla en Breslavia. Dos años más tarde, el príncipe Eugen von Württemberg le concedió el título de intendente musical de la corte de los duques de Wurtemberg y Carlsruhe (Alta Silesia), aunque no estaba ligada a ningún puesto en concreto. Más tarde, Weber vivió en Stuttgart, Mannheim y Darmstadt. Durante este tiempo, destacó sobre todo como un brillante pianista. Como su ópera en un acto Abu Hassan fue aceptada para su estreno en Múnich, Weber viajó a la capital bávara, donde entabló amistad con Heinrich Baermann, el primer clarinete de la famosa orquesta de la corte del rey Maximiliano I. Para él compuso, entre otras obras, el Concertino para clarinete y orquesta, tras cuyo espectacular estreno el rey le encargó inmediatamente dos grandes conciertos para clarinete. De 1813 a 1816, Weber fue director de orquesta en Praga, donde se granjeó la reputación de ser uno de los más destacados representantes de la dirección orquestal de su época, antes de ser nombrado director de la Ópera de Dresde. El sensacional éxito de El cazador furtivo, estrenada el 18 de junio de 1821 en Berlín con motivo de la inauguración del nuevo teatro en el Gendarmenmarkt, convirtió a Weber en el compositor de ópera más importante de Alemania. Tras el aclamado estreno en Viena de Euryanthe en octubre de 1823, Weber compuso para Londres su Oberon, para lo cual había aprendido inglés a toda prisa. El estreno en el Teatro Real, en el Covent Garden, en abril de 1826 fue recibido de manera entusiasta. Agotado por las penalidades del viaje y por las innumerables obligaciones en la capital británica, Weber murió el 5 de junio en la casa de su anfitrión londinense, George Smart.

Conciertos

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