Georges Prêtre

Director

Georges Prêtre, conocido hasta su avanzada edad por su vivo temperamento, no se tenía a sí mismo por un director de orquesta, sino por un intérprete. Al fin y al cabo, hay que hacer infinitamente muchas más cosas que marcar el compás para despertar a la vida a las silenciosas notas de una partitura. Además de su gran especialidad, la ópera del siglo XIX, interpretaba también regularmente repertorio sinfónico, sobre todo con la Orquesta Sinfónica de Viena y la Filarmónica de Viena, la Orchestra dell’Accademia Nazionale di Santa Cecilia y la Orquesta Sinfónica de la Radio de Stuttgart.

Nacido en 1924 en Waziers, en el noreste de Francia, Georges Prêtre estudió primero trompeta, piano y composición en los conservatorios de Douai y París. Posteriormente se formó como director con André Cluytens, Pierre Dervaux y Richard Blareau, y debutó a los veintidós años en la Ópera de Marsella con Le Roi d’Ys de Édouard Lalo. Tras sucesivas etapas en los teatros de Lille, Casablanca y Toulouse, Prêtre se trasladó a la capital francesa, donde hizo su debut en la Opéra Comique con Capriccio, de Richard Strauss. Más tarde trabajó como director invitado en los escenarios más importantes: en Chicago, en el Covent Garden de Londres, en la Metropolitan Opera de Nueva York y en la Scala de Milán. En 1970 fue nombrado Director Musical de la Ópera de París, aunque renunció al cargo un año después. En su lugar, Prêtre, que ya había sido nombrado en 1962 Director Asociado de la Royal Philharmonic Orchestra, prosiguió su carrera en el extranjero: en la Ópera Estatal de Viena, en Milán y en la Metropolitan Opera, donde dirigió casi todas las obras teatrales de Richard Wagner durante la época de Rudolf Bing. Maria Callas declaró que era su director favorito y puede escuchársela a su lado en las grabaciones de los papeles protagonistas de Carmen de Bizet y Tosca de Puccini. Francis Poulenc también consideraba a Prêtre su intérprete predilecto y le confió un buen número de estrenos. Salvo contadas excepciones, Prêtre llevó al disco la totalidad de las obras orquestales y corales de Poulenc.

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