Michaela Schuster

Mezzosoprano

«Mi camino fue un poco complicado», afirma Michaela Schuster. Y es que la mezzosoprano, que hoy en día se siente como en casa en los principales escenarios internacionales, estudió inicialmente oboe. Mientras estaba aún estudiando, consiguió su primer contrato con una orquesta. Cuando decidió formarse también como cantante en el Mozarteum de Salzburgo, los profesores le animaron a que eligiera, «porque la respiración es tan absolutamente diferente que es imposible dominar ambas disciplinas. Mi amor por la interpretación me llevó finalmente a convertirme en cantante».

En Salzburgo, Michaela Schuster formó parte de la clase de Helena Łazarska antes de graduarse con honores en Canto en la Universidad de las Artes de Berlín con Jarmila Rudolfová-Kratzer. A continuación, asistió a clases magistrales con Christa Ludwig, Aribert Reimann y Julia Hamari antes de ganar el primer premio en el Concurso de Canto para Voces Wagnerianas de Bayreuth y en el concurso «Debut en Meran». Según la propia Michaela Schuster, su voz ha tenido desde el principio una inclinación dramática, lo cual es bastante inusual: «La mayoría de las veces se empieza con el registro lírico y luego se pasa poco a poco al dramático. En mi caso, contribuyó también sin duda el hecho de que empecé a cantar más tarde que muchos de mis colegas, por lo cual mi voz era ya más pesada y madura. Cuando actué por primera vez profesionalmente, tenía ya treinta años». En 2017/18, Michaela Schuster debutó con gran éxito en la Metropolitan Opera de Nueva York como Clitemnestra en Elektra de Strauss. Desde entonces, actúa regularmente como invitada en las Óperas Estatales de Berlín y Viena, en el Covent Garden de Londres y en la Ópera Estatal de Baviera en Múnich, con un repertorio que incluye papeles como Ortrud (Lohengrin), Fricka (El oro del Rin y La valquiria), la nodriza (La mujer sin sombra), la bruja de los dulces y la madre (Hansel y Gretel), Herodías (Salomé) y Marie (Wozzeck). Con los Berliner Philharmoniker ha cantado bajo la dirección del Director Titular Kirill Petrenko en las representaciones de Elektra (Clitemnestra) y La mujer sin sombra (nodriza) de Richard Strauss.

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