«La música habla allí donde faltan las palabras», afirmó Hans Christian Andersen. No es de extrañar que las películas mudas contaran ya con un acompañamiento musical. Más tarde, compositores como Weill, Prokófiev y Shostakóvich escribieron músicas cuya fama superó incluso a la de sus películas. Hoy en día, las sofisticadas bandas sonoras, como las del legendario John Williams, son irrenunciables para despertar grandes emociones en el cine y se han convertido entretanto en una forma de arte en sí misma. En nuestra lista de reproducción cuentan sus historias despojadas por completo de imágenes, interpretadas por los Berliner Philharmoniker con Kirill Petrenko, John Williams y otros.