Guía del programa

Estrictamente hablando, las Pasiones de Johann Sebastian Bach –con sus recitativos, arias y coros– contienen los componentes centrales de una obra dramática. Y lo cierto es que algunos contemporáneos de Bach pensaron que las obras eran (demasiado) operísticas, como queda de manifiesto en un informe del pastor sajón Christian Gerber en 1732 sobre una interpretación de la Pasión según san Mateo: “Cuando comenzó esta música teatral, todo el mundo se vio sumido en el mayor desconcierto, se miraron unos a otros y dijeron: ‘¿En qué acabará todo esto?’ Una anciana viuda de la nobleza exclamó: ‘¡Dios nos salve, hijos míos! Es como si estuviéramos en una ópera cómica’”.

La historia de la Pasión, con su acción verdaderamente dramática, evoca en los oyentes casi voluntariamente un decorado imaginario en el que Jesús, Pedro, Pilatos, los Apóstoles y el pueblo parecen actuar como si se hallaran sobre un escenario. Ya en 1921 Ferruccio Busoni estaba pensando en una representación dramática de la Pasión según san Mateo en la que la acción dramática habría de desarrollarse en dos escenarios construidos uno encima del otro.

En 2010, Peter Sellars escenificó la obra en el Festival de Pascua de Salzburgo y en la Philharmonie de Berlín. Ahora la Pasión según san Juan de Bach se representa en el “escenario filarmónico”: “No es teatro. Es una oración, una meditación”, afirma el director de escena. Sir Simon Rattle se pone al frente de la Filarmónica de Berlín. Cantarán el Coro de la Radio de Berlín y (con excepción de Roderick Williams) el conjunto de solistas a los que ya pudo oírse en la “ritualización” que concibió Sellars para la Pasión según san Mateo.