Guía del programa

Manuel de Falla, nacido en Cádiz en 1876, afirmó al parecer que el “nacionalismo estrecho de miras” era una de las cosas que le disgustaban, incluso durante los años que había estudiado en Madrid. El compositor recibió nuevos impulsos artísticos cuando se trasladó en 1907 a Francia, donde trabó amistad con Claude Debussy, Maurice Ravel, Paul Dukas e Igor Stravinsky, entre otros. El intercambio con ellos y el ambiente cosmopolita de la ciudad musical de París contribuyó al desarrollo musical de Falla y pronto lo ayudó a convertirse en el “más europeo de los compositores españoles, y el más español entre los europeos” (Gerth-Wolfgang Baruch).

Que la música de su país natal siguió siendo una importante fuente de inspiración a pesar de los impulsos que recibió del impresionismo francés es algo que queda demostrado claramente en su breve ópera El retablo de maese Pedro, basada en un episodio de Don Quijote de Cervantes y compuesta en París en 1923. En esta encantadora composición, el melancólico caballero está enfrentándose por una vez no a molinos de viento , sino a marionetas en un teatrillo de marionetas.

Antes de esta obra, que será interpretada por miembros de la Filarmónica de Berlín y tres solistas vocales bajo la dirección de Simon Rattle, podrá oírse la Sonata para flauta, viola y arpa de un contemporáneo de Falla, Claude Debussy, sobre el que el compositor afirmó en cierta ocasión que, dada su tonalidad ambivalente, él mismo no sabía si había de reír o llorar, o quizás ambas cosas al mismo tiempo. El centro de este concierto nocturno lo ocuparán dos estrenos de la compositora francesa Betsy Jolas, tenida en muy alta consideración durante décadas como pedagoga, especialmente en Estados Unidos: Épisode sixième, para viola sola, y Ruht wohl, para viola y piano. Los interpretará el solista de viola de la Filarmónica de Berlín, Máté Szűcs.